Perú y Canadá: trabajando juntos por el desarrollo sostenible

por Silvia Montesinos
13 de agosto del 2018 11:31 am

Durante poco más de 2 meses, jóvenes pasantes canadienses trabajaron de la mano con la comunidad de Pacarán (Lima) en proyectos de cuidado medioambiental.

A inicios de junio, como parte de las pasantías internacionales promovidas por el programa de la Provincia de Québec Québec Sans Frontiéres, 14 jóvenes llegaron a Perú, con el objetivo de implementar actividades para promover el cuidado del medioambiente y la gestión sostenible de residuos.

7 de ellas y ellos estuvieron en el distrito de Pacarán, provincia de Cañete y fueron recibidos en los hogares de 5 familias locales, quienes los acogieron con calidez.

Contando con el apoyo técnico del Instituto de Desarrollo y Medioambiente (IDMA), su labor principal la realizaron en los colegios Pacarán y Zúñiga, donde implementaron biohuertos que las niñas, niños y sus profesores pudieran cuidar juntos. Como señala Malika, pasante de Gestión Ambiental. “Me encantó ver que tienen un interés en hacer un cambio sostenible.”

Otras actividades clave fueron las de sensibilización, como el recojo de residuos, los talleres de alimentación saludable y las eco ferias informativas, en todas ellas brindaron información concreta, por ejemplo, de métodos para producir abono en casa o tener un huerto propio. “A mí lo que más me gustó fue la eco feria” narra David, de 22 años, estudiante de Agricultura. “Los miembros de la comunidad estaban muy interesados, vi que querían hacer una diferencia, que querían aprender.”

“Lo mejor fue ver resultados concretos, ver a los jóvenes querer hacer otras recogidas [de residuos], ver que ahora tienen un lugar para guardar los agroquímicos, cosechan las lechugas y quieren empezar a comercializar los vegetales”, describe Malika.

También hubo momentos de cansancio y dificultad. Audrey Menard, responsable del grupo, cuenta que en un inicio la lista de actividades parecía imposible de lograr en tan corto tiempo. “Yo tenía miedo de que se cansen, de que no tengan motivación”. Sin embargo, todos los objetivos fueron logrados.

Las y los jóvenes culminaron la pasantía con la certeza de que promover la agricultura sostenible es clave para el desarrollo de las comunidades: “Pacarán es un pequeño pueblo, lejos de todo, necesitan comprar productos en Cañete que está a 45 minutos de las casas. Tener su propia producción sostenible es mejor para su economía” reflexiona Malika.

Resaltaron, además, la necesidad de un enfoque medioambiental, dada la gran cantidad de residuos agroquímicos que encontraron, especialmente en el río.

Audrey concluye: “Fue una experiencia increíble que nunca vamos a olvidar. Desde muchos puntos de vista. Las familias, el trabajo, las actividades de descubrimiento de Perú. Ahora tenemos dos familias.” “Yo de todas maneras quisiera regresar” añade Malika.