Editorial: Un año y medio de proyecto

Par Comunicación Formagro
1 juin 2017 1:32

Productor de Lima y facilitadora de Formagro durante un acompañamiento técnico en campo. Foto: Carlos Ly

El 25 de febrero celebramos un año desde el lanzamiento del Programa de Formación Agraria y de Apoyo al Emprendimiento Juvenil en el Perú – Formagro.

Iniciamos el programa con el objetivo de crear oportunidades para las y los jóvenes y sus familias. Esta propuesta nace de varios años de trabajo en las regiones Lima y Ancash, junto a nuestras contrapartes IDMA y ALLPA, observando la importancia de la agricultura familiar para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, siendo a través de esas familias productoras que más de 80% de la población peruana pueden alimentarse.

El proyecto busca reforzar la formación técnico profesional a través de módulos de extensión realizados con una metodología aprender-haciendo, en alianza con las instituciones educativas locales, a las que buscamos fortalecer para que se encarguen, en el futuro, de implementar estos módulos de extensión.

En setiembre del último año iniciaron las clases de los primeros módulos. Reunimos en las sesiones de aprendizajes a jóvenes interesados en la actividad productiva y miembros de familias productoras. Los temas: manejo agroecológico de plagas, pastos y forrajes, emprendimiento sostenible, crianzas de cuyes y producción de hortalizas sostenibles fueron elegidos a través de un diagnostico participativo realizado a cada provincia del proyecto.

El trabajo con instituciones educativas locales permitió a los y las jóvenes que viven en zonas más alejadas tener acceso a los cursos de formación. Las sesiones fueron prácticas y dinámicas y se reforzaron con el acompañamiento técnico en campo y pasantías que proporcionaron más elementos útiles para la mejora productiva. Así mismo, se entregó a las familias insumos para poder implementar una producción de buena calidad, mejorando y diversificando la producción regional.

Finalizada esta primera etapa, podemos señalar que la cantidad de jóvenes que postularon a los módulos de extensión son una muestra del interés concreto que existe en la población del campo por aprender sobre temáticas productivas. Complementariamente, el nivel de participación y la motivación de los jóvenes durante el desarrollo de los módulos, comprueban los beneficios de una metodología de enseñanza lúdica y practica sobre las temáticas productivas.

Productoras participando en un módulo formativo.

Esta observación, que hicimos en el último año, confronta un pensamiento global difundido que afirma que la población juvenil no está interesada por quedarse en el campo y trabajar en el rubro agropecuario.

Es cierto que hay un gran desafío en relación a una población juvenil que sale del campo para ir a las ciudades costeñas, pero creemos que este no es el único camino para que encuentren oportunidades. Vemos que cuando se ofrecen cursos dinámicos, cortos y basados en sus realidades, se despierta un fuerte interés en ellos de aprender y de crecer para buscar la forma de vivir felices en el campo, desarrollando nuevas oportunidades.

En noviembre pasado, recogimos los testimonios de este primer grupo de jóvenes participantes del proyecto en un video que recoge su experiencia con Formagro y sus sueños de cómo se ven en el futuro. El vídeo fue presentado en un evento de celebración anual del proyecto, contando con la presencia de algunos y algunas jóvenes protagonistas del video, quienes vinieron a hablar con las autoridades locales del MINEDU, MINAGRI, la cooperación canadiense y otros aliados, sobre sus necesidades y cómo ven el desarrollo rural. Pueden encontrar los videos a los links siguientes:

Vídeo de la intervención: http://bit.ly/2p4zcQF

Versión subtitulada al francés:  http://bit.ly/2qtTVhI

Versión subtitulada al inglés: http://bit.ly/2qu9Xbn

Versión resumida de dos minutos: http://bit.ly/2qGbRFj

Vídeo Formagro – Región Ancash: http://bit.ly/2oTRrw7

Vídeo Formagro – Región Lima: http://bit.ly/2oXv3lD

En los últimos meses, el proyecto ha vivido, junto con el país entero, la crisis relacionada a las lluvias, dejando una parte de la población, sobre todo en la provincia de Huarochiri, en situación de emergencia sin acceso a víveres, agua y alojamiento. La mayoría de estas familias, que participan en el proyecto, perdieron sus producciones y vieron dañadas sus chacras y la promesa de los ingresos familiares relacionados a la venta de productos agropecuarios.

Esta situación es un resultado claro de los Cambios Climáticos y sus efectos negativos para el medio ambiente. Frente a ello, el proyecto busca rescatar saberes y técnicas tradicionales ancestrales para disminuir la dependencia a una tecnología que dañe el medio ambiente, pero también buscar la forma de adaptar la agricultura familiar a la situación actual.

En ese esfuerzo, dedicamos este tercer número del Boletín Formagro al desarrollo ambientalmente sostenible y la adaptación al cambio climático.

Los próximos pasos

Ingresamos a una etapa de impulso a nuestra propuesta formativa, con el inicio de nuevos módulos de extensión que fortalecen la transferencia de la metodología de enseñanza a nuestras instituciones educativas aliadas en Lima y Ancash, la misma que ponemos al servicio de la reconstrucción del agro nacional.

Así mismo, en el marco de la implementación del Plan Nacional de Educación Ambiental y de la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar, queremos impulsar el debate sobre el futuro de la Agricultura familiar en nuestro país, y de manera especial, promover la participación activa de las jóvenes y los jóvenes en este debate, a través, entre otros eventos, del I Foro Regional de Agricultura y Ganadería Familiar Andina que realizamos a fines de mayo en Huaraz.

Joven graduada del curso Producción agroecológica de pastos y forrajes andinos, realizado en alianza con el Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Jatum Yauyos. Foto: Carlos Ly.