Investigación e innovación

por Comunicación Formagro
21 de mayo del 2019 4:34 pm

El nuevo espíritu de la juventud agropecuaria

Mery Urbano y Kathy Tolentino durante su participación en Superatec 2018.

El mundo está cambiando a pasos agigantados.  El avance digital nos lleva a una revolución tecnológica que impacta en todos los sectores de la economía y la sociedad.

El Perú proyecta invertir el 1 % de su producto bruto interno (PBI), unos 10 mil millones de soles, en proyectos de innovación hacia el 2022[1]. Con ello, se aseguraría que la tasa de crecimiento del país se sitúe por encima de 4 % en el largo plazo.

El sector agropecuario no debe estar ajeno a estos cambios. La investigación y la innovación son necesarias para mejorar la competitividad de las y los productores en un entorno económico cada vez más difícil, garantizando al mismo tiempo la utilización sostenible de los recursos.

Desde FORMAGRO, motivamos a la juventud rural para que desarrollen soluciones innovadoras y sostenibles para enfrentar los obstáculos que encuentran en su actividad productiva.

Por un lado, fomentamos la labor de investigación aplicada que realizan los institutos y CETPRO, orientadas a responder a los problemas de su comunidad. De manera complementaria, motivamos a las jóvenes productoras y los jóvenes productores para que innoven en su actividad productiva y desarrollen su capacidad emprendedora.

En esta nota, compartimos algunos ejemplos:

 

Mejora de la calidad nutricional local

La avicultura es una actividad que requiere del conocimiento técnico para la producción eficiente, dada la alta competitividad que existe en este sector. En 2018, el consumo per cápita de pollo a nivel nacional fue de 49.5 kg por persona[2].

Sin embargo, los 7 mil habitantes de la provincia de Asunción, en la zona de los Conchucos en Áncash, no siempre consumen pollos de calidad. La producción local, con pobres índices productivos, no siempre abastece al mercado y los negocios de caldo de gallina y pollerías se ven afectados por los elevados costos de transporte. Además, las aves que llegan son beneficiadas con escasas condiciones sanitarias y la mayoría proviene de granjas que hacen uso de insumos tratados químicamente.

Frente a esta realidad, el Instituto Chacas implementó en sus galpones[3] un proyecto de investigación sobre los sistemas de alimentación de las gallinas, con el objetivo de que sus egresadas y egresados puedan abastecer al mercado local con un producto de calidad y a buen precio.

Compararon el crecimiento de dos tipos diferentes de ave, bajo diferentes sistemas de alimentación, para identificar el más rentable.

“Hemos comparado los pollos de carne criollo con los de doble propósito y los más rentables son los pollos de carne, alimentándolos con insumos de la zona, incluso pastos, alfalfas y verduras”, señala la docente responsable del Centro de Investigación Yrsa Almeida, “con 18 semanas ya pueden ser vendidas y la aceptación del mercado es muy buena para gallinas de 2 kilos y medio a 3 kilos”, precisa.

Sus estudiantes, con estos conocimientos, podrán implementar sus propias crianzas, con la confianza de obtener un buen precio de venta.

La investigación sobre sistemas de alimentación de gallinas del instituto de Chacas contribuye a mejorar la calidad de la alimentación del distrito (Imagen de archivo).

 

LA SANGRE QUE ALIMENTA LA VIDA

SUPERATEC es el más importante concurso de proyectos de investigación tecnológica del Ministerio de Educación. En su edición del 2018, convocó a 270 mil estudiantes y 14 mil docentes de 1192 instituciones de educación superior tecnológica y de educación técnico productiva.

Se desarrolla en dos etapas: en la primera, concursan los proyectos de investigación de los institutos de cada región. El proyecto ganador pasa posteriormente a la etapa nacional, donde compite con los proyectos ganadores de las demás regiones.

En 2018, en la Región Lima, ganó el proyecto “Elaboración acelerada de nutrientes biológicos (kawasachicuy) para animales y plantas por fermentación homoláctica” de Kathy Consuelo Tolentino y Mery Urbano Castillo, alumnas de la carrera de producción agropecuaria del IESTP Nicanor Mujica Álvarez Calderón de Matucana[4].

Kathy y Mery elaboran abonos líquidos y sólidos, procesando la sangre y otros residuos de los animales muertos en los camales – que normalmente terminan arrojándose a los ríos. De esa manera, se logra disminuirla contaminación de fuentes de agua y se contribuye al manejo orgánico de los campos de cultivo cercanos.

Esta idea nació de observar un problema en su comunidad: “hemos ido al camal y hemos visto cómo echan los desechos al río”, explicó Mery. “De ahí nace nuestro proyecto: cómo evitar esto, y cómo lograr beneficiar a nuestras plantas y animales.”

Ambas estudiantes expusieron su proyecto, junto con los proyectos ganadores de las demás regiones, en una Feria que se realizó en el Centro de Convenciones de Lima el 8 de noviembre de 2018.

Esta experiencia les permitió conocer otros emprendimientos innovadores y mejorar sus competencias para la investigación. “La experiencia me pareció muy bonita, aprendí a ver muchas cosas, cómo presentar un proyecto, y sobre todo gané más experiencias para poder seguir adelante”, señala Mery.

Actualmente, ambas productoras visitan las comunidades cercanas y enseñan a sus vecinas y vecinos cómo reutilizar los desechos orgánicos para producir abonos y evitar la contaminación.

 

Laboratorio de ideas

Las ideas también surgen del encuentro con otras ideas. El Startup Weekend (SW) es un evento donde emprendedoras y emprendedores comparten sus ideas de negocio y las desarrollan para convertirlas en nuevos modelos de negocio.

En noviembre de 2018, en Arequipa, se llevó a cabo el Startup Weekend Arequipa Food & Agro buscando ideas de soluciones de alto impacto para promover la seguridad alimentaria, combatir la desnutrición y producir alimentos de manera sostenible.

Una delegación de 23 jóvenes emprendedoras de la Región Lima, junto con facilitadoras del equipo de FORMAGRO, participaron en esta edición y compartieron sus ideas de negocio con emprendedoras y emprendedores de todo el país, para enriquecerlas y crear nuevas propuestas. Así nacieron:

  • “Kawsay”, elaboración de bioles a partir de residuos de cosecha utilizando microorganismos efectivos (EM).
  • “Ostritas”, producción y venta de hongos ostra utilizando como sustrato los residuos de cosecha de maíz.
  • “Tanta Móvil”, venta de panes artesanales a través de triciclos en el distrito de Villa María del Triunfo (Lima).

Elizabeth Putasi, produce panes artesanales con su marca “Nutritanta” y en los grupos de trabajo le pidieron innovar su modelo de negocio “Fue un gran aprendizaje para mí, porque se pedía ver de qué forma innovar el proyecto que ya tenía”, cuenta. Así nació la idea de la panadería delivery Tanta móvil: “Tanta Móvil es una panadería móvil saludable que llega a distintos lugares. Cualquier persona debe poder alimentarse de manera saludable, revalorizando lo nuestro”, nos comenta.  Elizabeth sabía que su propuesta era saludable, pero no pensaba que podía ser más innovadora.

Participantes del StartUp Weekend elaborando su proyecto Kawsay para la elaboración de bioles.

Estos son algunos ejemplos de las soluciones innovadoras y sostenibles que nuestra juventud puede desarrollar para enfrentar los obstáculos que encuentran en su actividad productiva y promover el desarrollo sostenible de sus localidades.

 

Puedes leer esta nota en el Boletín FORMAGRO # 7

 

[1] Diario El Peruano, 19 de febrero de 2019.

[2] Boletín estadístico mensual de la Producción y comercialización de productos avícolas de diciembre 2018 del Ministerio de Agricultura y Riego.

[3] Para conocer más sobre el instituto de Chacas, puedes leer la nota “Participación para el cambio. La nueva historia del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público “Chacas”.

[4] Para conocer más sobre el instituto Nicanor Mujica Álvarez Calderón, puedes leer la nota “Una apuesta por la producción saludable. El acceso al agua y el desarrollo de nuevas tecnologías en el Instituto Superior Nicanor Mujica Álvarez Calderón de Matucana”.