Jaime Barreto: Un emprendedor con mucha motivación

Jaime nació en Huaraz, capital de Áncash, y se crió con su mamá y sus abuelos, pues su padre los abandonó. Desde los 5 años se acostumbró a  trabajar para salir adelante “Comencé a vender gelatina y choclo sancochado a las personas que transitaban por las calles de Huaraz. Hacía mis tareas en la calle porque no tenía tiempo de hacerlas en casa, pues llegaba muy tarde y cansado”.

Al terminar la secundaria, quiso postular a la Academia de Policía, pero no pudo por falta de recursos. Como le gustaban los negocios, en especial la venta de productos al menudeo, decidió iniciar su propio negocio de venta de huevitos sancochados de codorniz, pero no se trataba de una tarea fácil.

Le recomendaron hacer el servicio militar, para aumentar sus posibilidades de ingreso a la policía, y pronto se inscribió al ejército, en el Centro Agropecuario y Remonta del Ejército, en Caraz. Así surgió la idea de estudiar una carrera técnica como producción agropecuaria.

“Postulé e ingresé al IESTP Daniel Villar de Caraz; y fue entonces cuando conocí el trabajo del proyecto FORMAGRO” narra Jaime. “Gracias a ello, pude capacitarme en gestión de negocios rurales y participar con mi plan de negocio por un capital semilla”.

Jaime recibió el capital semilla, y así pudo continuar con el desarrollo de su emprendimiento. Hoy, realiza con entusiasmo las 3 actividades: el servicio militar voluntario, la carrera técnica en el IESTP Daniel Villar; y la producción y venta de huevitos de codorniz.

El joven emprendedor se siente motivado por difundir una alimentación sana, al ser el huevo codorniz un alimento de alto valor nutricional.  Confía en que hará crecer su negocio y este será cada vez más rentable.