Keyla y Vladimir viven en el distrito de San Mateo de Otao, uno de los 32 distritos de la Provincia de Huarochirí, que se caracteriza por contar con deliciosas frutas como la chirimoya, la palta, la manzana, el tumbo, entre otras variedades.
Tienen 30 años y se dedican conjuntamente a la producción de frutas. Luego de su participación en uno de los cursos de extensión ofrecido por el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente (IDMA) y el IESTP Nicanor Mujica Álvarez Calderón, en el marco del proyecto FORMAGRO lograron implementar técnicas de manejo agroecológico en sus unidades productivas. Así están controlando mejor sus costos de producción y, lo más importante, emprendieron su idea de negocio DIFRUT´S, donde podrán producir néctar de chirimoya con granos andinos y tumbo con hierbas aromáticas.
Vladimir: “Antes de FORMAGRO, yo era un productor convencional y fumigaba con productos químicos, no sabía que mataba a los insectos benéficos con los químicos que aplicaba. Antes quemaba las hojas, no tenía coberturas verdes, incluso tenía botellas plásticas, pilas y bolsas en mi chacra, no me había dado cuenta que todo esto contaminaba mi chacra”.
Keyla: “En mi chacra yo también utilizaba productos químicos, cuando realizaba las podas, no desinfectaba las herramientas; y gastaba mi dinero comprando pastas cicatrizantes. Sin embargo, cuando participé en FORMAGRO, vi que realmente funcionaba la pasta del caldo sulfocálcico como cicatrizante. Actualmente tengo mi cuaderno de campo, realizo mis monitoreos en campo y me he dado cuenta que ya no invierto dinero en productos químicos, yo quiero ser el ejemplo de otros jóvenes, y que ellos vean que, sí es posible, producir orgánico”.
