“Me enamoré de la producción agroecológica, y eso lo comparto a donde vaya”

por Comunicación Formagro
21 de mayo del 2019 4:29 pm

Para Giovanna Cayetano, docente de producción agropecuaria en Matucana (Lima), la carrera del futuro es la producción agropecuaria, y un enfoque sostenible es clave para su desarrollo.

Giovanna explica las acciones realizadas por el instituto a las y los visitantes de una pasantía (febrero 2019)

Giovanna Luz Cayetano Robles es ingeniera zootecnista y siempre supo que lo suyo era la educación. Desde el 2008, se desempeña como docente en la especialidad de producción agropecuaria, recogiendo experiencia en distintas zonas del país. “He estado en sierra, en costa, primero en Chimbote por 2 años, luego en Huaral”, menciona la docente.

En el 2017, Giovanna empezó su trabajo en el Instituto Superior Nicanor Mujica Álvarez Calderón de Matucana y toda su visión sobre la producción agropecuaria cambió. Antes, su prioridad era la productividad:  sin importar las condiciones de crianza o el impacto ambiental. “Acá era diferente: vemos cómo darle un confort, una calidad de vida al animal”.

La producción agroecológica lleva ya cerca de un año de implementación en el instituto, con el apoyo del proyecto FORMAGRO, y varias familias de productoras y productores agropecuarios trabajaban bajo ese modelo. “Me di cuenta de que la calidad del producto era mejor. Los animales no se crían con compuestos químicos o maltratos, sino con alimentos nutritivos de la zona donde todos trabajábamos”, expresa Giovanna.

Se dio cuenta de que la producción orgánica podía construirse como ciclo, partiendo del cuidado y la producción de las plantaciones, hasta elaborar alimentos naturales para los animales. Dejó de lado la explotación y la producción con agroquímicos para enfocarse en métodos mucho más saludables.

“Incluso, empecé a ver los cuidados del agua… yo no sabía que se sembraba y cosechaba agua” cuenta emocionada. “Gracias a las capacitaciones, mi visión es distinta; me enamoré de la producción agroecológico y eso lo comparto a donde vaya.” No fue fácil empezar, pero hoy aplica sus principios a todos los aspectos de la enseñanza, incluso a las investigaciones científicas que desarrolla el Instituto; siempre buscando el bienestar humano.

Giovanna aprecia los módulos productivos que ha dictado junto con FORMAGRO, pues se trata de talleres donde lo primordial es aprender haciendo. Cuenta que buena parte del alumnado ingresa a la carrera agropecuaria porque sus familias tienen parcelas, pero no tienen una motivación real, y que es a través de los módulos prácticos que finalmente van encontrando lo que quieren y pueden hacer.

“Tengo 2 alumnas, Kathy Tolentino y Mery Urbano, que recibieron una capacitación de FORMAGRO, y eso las motivó a matricularse a la carrera en un aula descentralizada que abrimos hace poco; porque ellas son de Callahuanca”, cuenta orgullosa. “Tienen ya su empresa y considero que van a ser líderes de la región”.

Su mensaje final para las y los jóvenes es este: «¿Por qué migrar? ¿Por qué no desarrollar la parte productiva en su zona y hacerla un paraíso? Porque al final, la carrera del futuro es la producción agropecuaria».

Es consciente que uno de los principales problemas en el agro es que muchos jóvenes piensan que no existen mayores oportunidades y abandonan sus regiones buscando algo distinto. “Piensan que no se van a poder desarrollar, pero es mentira”, explica Giovanna. “Yo, por ejemplo, he podido mejorar la calidad de lo que ya tengo, he salido, he plasmado, he ganado bastante experiencia; y lo puedo ver no sólo en mí si no en otros.”

Su mensaje final para las y los jóvenes es este: “¿Por qué migrar? ¿Por qué no desarrollar la parte productiva en su zona y hacerla un paraíso? Porque al final, la carrera del futuro es la producción agropecuaria”.

 

Puedes leer la nota en el Boletín FORMAGRO # 7