Carlos Andrés Malásquez Quispe: Cómo convertirse en un agente de cambio ambiental

Como un valle verde y hermoso, rodeado de plantaciones hasta donde alcanza la mirada, así imagina Carlos Malásquez a Pachacamac, el distrito ubicado al sureste de la ciudad de Lima en el último valle verde de la capital peruana.

Cuando era niño, su madre le contaba sobre las tierras que cultivó su abuelo y que, luego, recibió durante la reforma agraria. Con los años, muchos vecinos las comenzaron a lotizar y vender, incluso su abuelo vendió gran parte de su terreno, aunque nunca dejó de cultivar. Carlos fue testigo del crecimiento de las urbanizaciones, condominios y casas de campo. Estos cambios despertaron en él una gran preocupación por el impacto de la deforestación en el ambiente. Con gran impotencia, leía en internet sobre la agudización de los problemas ambientales y ello le generaban un gran malestar.

A sus 23 años, Carlos es un promotor apasionado y versátil del consumo de los productos que tengan un impacto positivo en el ambiente.

El nacimiento de Lúcumo Ecoproductos

Hasta que, hace dos años, su participación en el módulo de marketing de productos agroalimentarios dictado por el proyecto FORMAGRO le dio herramientas para pasar de la preocupación por la ecología a ser un agente del cambio. Así nació Lúcumo Ecoproductos, su línea especializada en la producción artesanal de dulces y yogures saludables y deliciosos. El nombre fue inspirado por las lomas del valle, por la planta de fruto delicioso y saludable, y en el color marrón de su tierra: Pachacamac.  

En Lúcumo plasmó su visión de una empresa sostenible que utiliza los insumos agroecológicos y frescos del valle -cosechados en el día- y los transforma en productos sabrosos y saludables para el público consumidor local.

Con el apoyo de FORMAGRO, implementó su pequeña planta de transformación y gestionó los registros sanitarios de sus productos llegando a distribuir sus dulces en cuatro tiendas de Lima, además de participar en el festival de la lúcuma en Pachacamac. Su proceso de transformación fue pensado para minimizar los impactos negativos en el ambiente: usa envases de vidrio, los entrega en bolsas de papel y en lugar de etiquetas utiliza sellos con tinta no dañina para el ambiente.

El inicio de la pandemia de COVID-19 afectó duramente a las tiendas que abastecía, obligándolas a cerrar. La disminución de sus ventas le impulsó, con la asesoría de FORMAGRO, a hacer realidad un segundo sueño. Elaboró una lista de productos, acordó los precios con el grupo de productoras y productores agroecológicos de la cuenca del río Lurín, planificó la logística para el reparto y dio luz verde a Lúcumo Ecomarket, su tienda online de productos agroecológicos frescos y artesanales elaborados por las familias del valle.

La promoción del consumo responsable

A sus 23 años, Carlos es un promotor apasionado y versátil del consumo de los productos que tengan un impacto positivo en el ambiente. En su cuenta de Facebook busca que el público valore no solo la calidad del producto sino también el trabajo y el compromiso con el desarrollo sostenible de las familias que los producen. En este empeño plasma su creatividad y experiencia como diseñador gráfico: comparte información sobre las características de los productos naturales y desarrolla campañas publicitarias con las ofertas de sus productos.

Estos mismos cambios los promueve en su ámbito familiar. Enseñó a sus tíos a separar los residuos orgánicos de la basura para convertirlos en compost y uno de ellos, agricultor tradicional, ya no quema las pajas, sino que las aprovecha en este proceso.  

Carlos quiere consolidar su modelo de negocio, llevarlo a más localidades y generar trabajo que respete al ambiente. En este empeño involucró a su padre, quién perdió su trabajo durante la pandemia y ahora invierte en la implementación de cultivos hidropónicos y la producción de huevos de corral agroecológicos. “Trabajo para que, en el futuro, mis nietos no vivan con mascarilla, pero no por el Covid sino por la contaminación”, con estas palabras resume su fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente.

“Trabajo para que, en el futuro, mis nietos no vivan con mascarilla, pero no por el Covid sino por la contaminación