Entrevista: La metodología de Formagro prepara técnicos competentes y emprendedores

por Annie Montcalm-Cardinal
15 de diciembre del 2016 5:10 pm

Fredy Tony Bejarano Huamán, director general del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público (IESTP) de Pacarán.

Pasantía de docentes – región Lima Foto: SUCO

–       En su localidad, ¿qué dificultades o problemas enfrenta la formación de las y los jóvenes en el campo agropecuario?

Estamos ahora formando a nuestros estudiantes mediante módulos y eso indica que estamos formando por competencia. Para que nuestros estudiantes sean competentes deben tener todas las herramientas, los equipos, la infraestructura necesaria, pero como cualquier instituto público de nuestro país, tenemos carencia de recursos, porque no existe una política de Estado definida. Esperamos que ahora con nuestra nueva Ley [de Institutos y Escuelas de Educación Superior] se impulse el desarrollo verdadero de la educación superior tecnológica pública. Creemos también que la solución está en la actitud que compartimos día a día, en el proceso de formación, con los y las estudiantes. Sabemos que tenemos muchos problemas, sí, pero también tenemos que determinar la solución. Tenemos que asumir un compromiso y trabajar para poder, por ejemplo, establecer alianzas estratégicas con una serie de instituciones y aliados que nos puedan apoyar. Y, en ese sentido, desde este año estamos desarrollando un trabajo con Formagro (Programa de Formación Agraria y de Apoyo al Emprendimiento Juvenil en el Perú), a través de un convenio interinstitucional.

–       ¿Qué fue lo que los motivó a participar en el proyecto Formagro?

Es una propuesta muy interesante, pues no es aislada, es integral. Se trabaja en convenio con el Ministerio de Educación (Minedu), con el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), con SUCO, además de instituciones locales como la ONG ALLPA y el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente (IDMA), y eso es fundamental. Formagro promueve una formación para el desarrollo de capacidades, como extensión hacia la comunidad, fortalece lo que nosotros desarrollamos como parte de la carrera de formación de las y los futuros técnicos en producción agropecuaria.

Además, este convenio binacional (Perú – Canadá) es muy importante, y estamos integrando una metodología de trabajo que al final está relacionado con el plan de estudios, y eso a su vez nos va a ayudar a fortalecer el diseño curricular por competencia. Eso es muy positivo para nosotros.
¿Cuáles son las expectativas que tienen con esta intervención?

Si todos ponemos de nuestra parte, asumimos nuestras responsabilidades y cumplimos el rol que verdaderamente nos corresponde, este proyecto que hoy en día es experimental, estoy seguro que, después de cinco años, va a dar sólidos frutos. Lo que tenemos que hacer como institución es darle sostenibilidad para demostrarle al país que esto se puede replicar en cualquier otro contexto, y, en ese sentido, nuestro país necesita mucho.

–          ¿Y cómo se puede asegurar esa sostenibilidad?

Pues con cada uno de los actores. Acá está involucrado el Minedu, la Dirección Regional de Educación, que es parte del Gobierno Regional de Lima, el Ministerio de Agricultura (Minagri), y nosotros como institución. Tenemos que comprometernos todos bajo esa dirección, y es necesario que este apoyo externo que nos está dando el Gobierno de Canadá, a través de SUCO, de IDMA y ALLPA, con la implementación del Programa Formagro, se consolide en los objetivos propuestos y que los resultados sean los que hablen en el futuro.

–          ¿Qué rol cumple su instituto en este proceso?

Es un rol importante, yo diría categóricamente que va a tener que cumplir un rol principal, porque la tarea nos la van a dejar a nosotros como institutos. Creo que, durante estos cinco años, en este proceso de aprendizaje continuo vamos a tener la oportunidad de poder asumir este reto, no queremos dejarlo.

Hay un objetivo claro, y es que los institutos que participamos podamos acreditar la carrera agropecuaria, y eso es muy importante para nosotros, para el mejoramiento de la calidad de la formación de nuestros estudiantes.

–          En su opinión, ¿cuál es la mejor estrategia para captar el interés de las y los jóvenes en la carrera agropecuaria?

Ahora nos damos cuenta que en los procesos de admisión no basta con difundir las carreras por radio o televisión, creemos que las reuniones personales funcionan mejor. Tenemos que acudir a las mismas unidades productivas de las familias porque muchos jóvenes (hombres y mujeres) que egresan de secundaria no saben qué hacer y piensan que la actividad agropecuaria es una actividad menor, que no hay futuro y eso no es así.

Es importante tener un contacto directo con la gente para animarlos a participar. Ahora visitamos los colegios, las viviendas, las unidades productivas, no solo para cumplir con las metas de postulantes de nuestros institutos, sino para cubrir la expectativa que tienen las y los jóvenes en el desarrollo agropecuario. Y con Formagro vemos que los resultados ya se están dando. Se ha empleado esa misma modalidad, y considero que, para iniciar este año, tenemos un muy buen comienzo.

–          ¿Qué opinión tiene sobre la metodología que está impulsando Formagro?

La metodología promovida por Formagro es muy importante porque el ser competente está relacionado mucho con el emprendimiento. Ser competente significa saber hacer las cosas y saberlas hacer bien, demostrar lo que uno ha aprendido, y eso es lo que ha hecho mucha falta en nuestro país. Nosotros formamos profesionales con capacidad de actuar y resolver problemas; no deben ser pasivos que solo tienen el conocimiento. También tiene que ver mucho el conocimiento sobre la comunidad, y saber relacionarse con una actitud positiva, eso es la clave.

Tenemos el compromiso de hacer las cosas en la práctica, eso es lo que nos va a ayudar a mantener esto, porque cinco años no es mucho tiempo, pero creo que es suficiente para tener claridad sobre la metodología y sobre lo que se quiere como resultado. Un compromiso es más que mil palabras.

–          ¿Piensa que hay futuro para las y los jóvenes y la carrera de producción agropecuaria?

Sí hay futuro. En realidad, existe mercado, solo que no lo estamos utilizando bien. A las y los jóvenes se les prepara y no se les hace el seguimiento necesario. Estamos preparando estudiantes para insertarse a un mercado laboral incierto, pero ahora estamos adicionando que no solo se preparen para un mercado laboral, sino para que ellas y ellos mismos sean emprendedores y emprendedoras y capitalicen su propio trabajo. Eso es lo importante de esta metodología.

–          ¿Algo más que quisiera añadir?

Invitar a las y los jóvenes a que se decidan a estudiar la carrera agropecuaria, pues es una carrera muy amplia. Si vemos el mundo entero, vivimos gracias a la producción agrícola y pecuaria, entonces no debemos dejar de lado los avances y las técnicas, pues en esta rama tenemos mucha información. También quisiera que las instituciones que participamos nos involucremos más, que no dejemos esto así, que venga un buen resultado, y que las y los jóvenes sigan viniendo en mayor cantidad. Ese es mi sueño.

Fachada del IESTP de Pacarán. Foto: Carlos Ly