Daysi Yactayo Chalco: Frutos del Valle Escondido de Lunahuaná

Daysi Yactayo es la mayor de seis hermanos de una familia dedicada a la agricultura desde hace varias generaciones. En la cuenca del río Cañete, en Lunahuaná, los Yactayo viven en un hermoso lugar que inspiró el nombre de su emprendimiento familiar: “Valle Escondido – Huerto Agroecológico”.

Daysi recuerda los años en los que intentaba llevar sus frutas a la capital, incluso a la ciudad más cercana, solo a una hora de camino, pero le resultaba más costoso el transporte que el pago que recibía, apenas 30 o 50 céntimos el kilo. “Cosechar todo el día con las manos maltratadas, el sol sobre la cabeza y habiendo comido muy tarde, no era satisfactorio.”

Su madre, Miriam Chalco, decidió iniciar la producción de mermeladas en el año 2005, como medida para evitar que se malogren las frutas que no lograban vender. “Nuestra familia era numerosa y no nos alcazaba. Mi mamá nos ha vestido y educado con lo que pudo, nosotros mismos hemos costeado nuestros estudios ofreciendo nuestros productos a los amigos y familiares.”

Los hermanos Daysi, Daivyd y Christian conocieron el proyecto FORMAGRO en el año 2018 y se capacitaron, inspirados por los contenidos, en los cursos de producción de cuyes, marketing y producción de manjar y yogur griego respectivamente.

Recibieron acompañamientos técnicos y apoyo para desarrollar el plan de negocio que daría vida a su emprendimiento familiar. Con mucha ilusión y expectativa, lanzaron sus productos al mercado: néctares, mermeladas, encurtidos de hortalizas, conservas de frutas y miel de abeja. Esta última producida por su padre, Juan Yactayo, un carismático y apasionado apicultor que confiesa su gran amor y pasión por las abejas.

“Aprendimos a reutilizar todo lo que la naturaleza nos brinda y a preparar nuestros propios abonos para hacer productos más saludables.”

El valle resiliente

La familia se abría paso, logrando participar en diversas ferias, entre ellas la feria agroecológica de Lunahuaná -su principal espacio de comercialización-, hasta que, de pronto, se declaró la pandemia del COVID 19, dejando un gran silencio en sus ventas, cancelando los pedidos que recibían de Lima Metropolitana y paralizando el flujo de turistas que visitaban su huerto, a 20 minutos del centro de Lunahuaná.

“Los primeros días no supimos qué hacer. Nuestros recursos económicos se fueron acabando, en la familia somos 8 personas (3 en edad escolar) y nuestro sustento siempre ha sido las ventas semanales. Empezamos a consumir nuestros animales, los productos que sembramos y a cocinar con leña, debido al agotamiento del gas y la falta de recursos para comprarlo.”

Daysi, madre de tres hijos pequeños, implementó el servicio de entrega a domicilio gracias a un amigo dedicado al turismo en Lunahuaná. Obtuvo buenos resultados, por lo que decidió lanzar su línea de lácteos a través de un catálogo de productos en redes sociales, estrategia que incrementó positivamente sus ventas. “Lo que al principio resultó un problema, luego se convirtió en una oportunidad, ahora contamos con un distribuidor en Lunahuaná, tres en Cañete y dos en Lima, con mira a muchos más.”

La familia Yactayo es sinónimo de esfuerzo, humildad y unión, cada miembro con diferentes roles, pero con un solo objetivo: que los productos del Valle Escondido lleguen a todos los hogares.

Daysi, quien se dedicó a la panadería, pastelería y a la producción de lácteos, lidera el emprendimiento motivada “no solo por ser emprendedora, sino también por pensar como empresaria”.

“Lo que al principio resultó un problema, luego se convirtió en una oportunidad, ahora contamos con un distribuidor en Lunahuaná, tres en Cañete y dos en Lima, con mira a muchos más”