Nahún Parada Malvas: Haciendo realidad el sueño ganadero

Nahún Parada tiene 24 años y sueña convertir a la provincia de Huari en una zona ganadera reconocida en Áncash y en el Perú. Hace siete años, junto con tres amigos, se enteró de que en Yanama enseñaban la carrera técnica de producción agropecuaria. Con la aprobación de su familia dejó su comunidad, Pachachaca, y se mudó a Yanama, a cuatro horas de Huari, para ser el primero de los suyos en seguir estudios superiores.

Sin conocer el lugar ni tener una idea clara de la carrera que estudiaría, llegó al aula junto con 7 jóvenes, todos hombres, algunos muy jóvenes como él y otros ya mayores y con carga familiar. Durante tres años compartieron sus ganas de aprender y superarse, hasta graduarse en el año 2016.

Al terminar sus estudios, descartó una oferta de trabajo en una granja de pollos en la costa y regresó a su comunidad. No tenía un plan en mente, solo las ganas de implementar lo aprendido en su parcela.

Fue así que se inscribió en los cursos de extensión de FORMAGRO y con entusiasmo se ofreció para acompañar a Gaspar, facilitador zootecnista del proyecto, en sus visitas de asistencia técnica. Así surgió su interés por la inseminación, al comprender su potencial para mejorar la actividad ganadera en su provincia. Gaspar actuó su como mentor, en cada visita le daba confianza para preparar los equipos y le enseñaba las técnicas para la inseminación.

Si bien había estudiado la inseminación en el Instituto, para él fue un aprendizaje significativo que le permitió cambiar el mal recuerdo del proceso de inseminación que traía desde su niñez. A sus 12 o 13 años, veía con curiosidad cuando llegaban los técnicos para inseminar a las vacas, recordaba que eran muchas las personas que tenían que sujetar a las vacas, que estas se movían y mugían y, luego, la frustración de sus vecinos por los malos resultados.

«Una vaca criolla produce dos, tres o hasta cuatro litros de leche diario, lo que no es rentable para un poblador. Con la inseminación, mejoramos la genética de los animales para que produzcan más cantidad de leche diaria”

Nahún pasó dos años asistiendo a Gaspar en sus visitas al campo, mientras implementaba su cobertizo henil, saleros, área de pastos y registros de producción y reproducción en la ganadería familiar. En este tiempo, las visitas de acompañamiento con el equipo técnico de Allpa, ejecutor de FORMAGRO en Ancash, se convirtieron en prácticas profesionales.

Buscando mejorar la genética de los animales

Actualmente, Nahún trabaja como técnico en sanidad animal e inseminación artificial en el Centro Experimental Colcas de la municipalidad provincial, desde donde atiende a las comunidades de la localidad e impulsa el desarrollo ganadero en la provincia.

“Con la inseminación artificial buscamos mejorar la genética de los animales. Una vaca criolla produce dos, tres o hasta cuatro litros de leche diario, lo que no es rentable para un poblador. Con la inseminación, mejoramos la genética de los animales para que produzcan más cantidad de leche diaria”. Las vacas cruzadas con Brown Swiss o Normando son capaces de producir hasta diez litros de leche diarios. Tener menos vacas que producen más leche les ayuda en el ahorro de sus recursos, como los pastos o el agua.

Ahora, en su comunidad, reconocen el trabajo de Nahún, hay varias vacas nacidas que pronto entrarán en producción. Le entusiasma saber que ahora las familias ven en esta práctica una oportunidad de mejora. De las ochenta familias de Pachachaca, más de la cuarta parte ya inseminó alguna de sus vacas y el resto muestra interés por hacerlo. Para darle continuidad a este trabajo, Nahúm impulsa la conformación de la Asociación de ganaderos de Normando en Pachachaca. Redes similares se están formando en otras comunidades del distrito, integradas por familias de escasos recursos, pero dispuestas a cubrir parte de los costos del proceso, sabiendo los buenos resultados que obtendrán.

“Me llena de orgullo ver cómo las familias se han empoderado con el valor de la inseminación”, concluye.

“Me llena de orgullo ver cómo las familias se han empoderado con el valor de la inseminación”