Reconectar la producción con el mercado y consumo local

por Comunicación Formagro
26 de octubre del 2020 6:55 pm
La manera predominante de producción de alimentos degrada el medio ambiente. Foto: Santiago Nicolau

Nuestro actual modelo de producción y consumo de alimentos representa una amenaza para el planeta, señala entre sus conclusiones un informe publicado por la comisión EAT-Lancet en 2019[1]. La manera predominante de producción de alimentos degrada el medio ambiente y nuestras dietas, poco saludables, amenazan la salud de la población. Esta realidad demanda una “transformación radical del sistema alimentario global”. (Willett, y otros, 2019)

A similar conclusión llegó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) al señalar que “El impacto ambiental del estilo de desarrollo imperante hace que peligre el bienestar de buena parte de la humanidad y, en algunos casos, la supervivencia. Es uno de los grandes desafíos del presente, pues pone en riesgo los recursos comunes del mundo: la atmósfera, los océanos, los polos y la biodiversidad.” (Bárcena, Samaniego, Peres, & Alatorre, 2020, pág. 21)

En un reciente informe, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) resaltó que la pandemia del coronavirus mostró la estrecha relación entre la actividad humana y la aparición de nuevas y graves enfermedades de origen animal (zoonosis). Nuevamente, la agricultura no sostenible se considera entre los factores de intervención humana con alta probabilidad de fomentar su aparición.[2] (United Nations Environment Programme & International Livestock Research Institute, 2020)

La reciente pandemia también demostró las debilidades de un modelo de abastecimiento de productos extremadamente dependiente de los medios de transporte e independiente de los ciclos productivos locales que acostumbra a las y los consumidores de las ciudades a un abastecimiento permanente de cualquier tipo de producto, independientemente de la estación o temporada. (Panel Internacional de Expertos sobre Sistemas de Alimentación Sostenible (IPES-Food), abril de 2020) 

Estos informes coinciden en la necesidad de promover un cambio hacia formas de producción sostenibles, como la producción agroecológica[3], y de modificar nuestra dieta para incluir más verduras y frutas y consumir menos carnes rojas y productos procesados.


5 pistas de acción para transformar nuestros sistemas alimentarios

  1. Garantizar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos para todas y todos;
  2. Cambiar a patrones de consumo sostenibles;
  3. Incrementar la producción con impacto ambiental positivo;
  4. Promover medios de vida equitativos;
  5. Desarrollar resiliencia ante vulnerabilidades, choques y estrés.

Ello nos plantea el reto de difundir más activamente en cada región lo que se produce localmente -enfatizando sus beneficios para la nutrición y la salud de la población-, dando a conocer quién lo produce y cómo es que se produce. Este esfuerzo debe ir acompañado de una labor de fortalecimiento de los canales directos de venta, como los mercados locales y las ferias, resaltando el beneficio mutuo para las personas que producen y compran.

En el proyecto FORMAGRO, acompañamos a diversos emprendimientos agropecuarios durante la pandemia para reconectar la producción con el mercado local. Les compartimos ejemplos muy concretos de este proceso en la región Ancash y en la región Lima.

Mercados locales sostenibles

Los espacios de venta locales -como los mercados, las ferias y los puntos de venta- son tradicionalmente lugares de acopio, relación, venta e intercambio. El estado de inmovilidad social que se declaró por la pandemia del Covid–19, alteró su dinámica de funcionamiento al restringirse el ingreso de diversos productos e insumos[4].

Es importante promover los espacios de venta local, como la Feria Agroecológica de Huari.

La necesidad de contar con espacios para la venta de alimentos de primera necesidad que reúnan las condiciones de bioseguridad y distanciamiento necesarios para prevenir el contagio del virus llevó a las autoridades a organizar ferias de productoras y productores locales. Estos espacios dieron oportunidad a las cooperativas fortalecidas por el proyecto FORMAGRO en la región Ancash para posicionar su producción agroecológica en distintas localidades.

En Caraz, ciudad capital de la provincia de Huaylas, la Cooperativa Agraria Ecoturística Nevado de Huandoy Ltda. posicionó sus hortalizas agroecológicas en las ferias organizadas por la Municipalidad provincial. Cuentan con una clientela que reconoce la importancia de una alimentación sana y valora el sabor y frescura de sus hortalizas.

La alta demanda por su producto incrementó entre 20 a 30 % sus ingresos individuales.

En San Luis, capital de la provincia de Carlos Fermín Fitzcarrald, más de un centenar de productoras y productores de diferentes comunidades participaban en la Feria de San Luis. En este espacio, las 24 familias socias de la Cooperativa Agraria Sostenible Juventud Emprendedores Santiago de Cardón Ltda., vendían semanalmente 180 kilos de fresas agroecológicas a un precio 25 % mayor que su competencia, ya que el público valorizaba su tamaño y sabor.

Integrantes de la CAE Allicuy de Yanama LTDA muestran sus productos.

 En Yanama, provincia de Yungay, las 16 familias de la recién creada Cooperativa agraria ecoturística “Allí cuy de Yanama LTDA”que antes de pandemia vendían su producción de cuyes en los caseríos cercanos, se articularon -a través de una de sus socias- a la feria de San Luis (a 40 minutos de distancia), logrando vender unos 40 cuyes semanales. Actualmente, comercializan cada mes un promedio de 400 cuyes beneficiados a compradores que los visitan en su comunidad, para abastecer diferentes localidades, y cada quince días en la Feria de Yanama, logrando un reconocimiento local de su producto.

Creando cadenas de valor

El emprendimiento familiar Valle Escondido – Huerto Agroecológico, ubicado en Lunahuaná, a 3 horas y media de Lima, nació hace 3 años de la participación de los integrantes de la familia Yactayo Chalco en los módulos formativos del proyecto FORMAGRO, que les permitió poner en valor los recursos de sus parcelas para producir vinagre de manzana, néctares y miel de abeja que vendían entre los turistas que visitaban Lunahuaná los fines de semana.

La pandemia del Covid-19 y la ausencia de turismo los llevó a buscar una alternativa para procesar los frutos de su parcela y, en alianza con amigos transportistas, comenzaron la venta de yogurt en Lunahuaná y en Lima, aprovechando los frutos locales de estación. Actualmente, distribuyen, semanalmente, 200 litros de yogurt en dos puntos de venta en Lima, valorando el origen de los frutos de estación utilizados, su carácter agroecológico.

Emprendimiento familiar Valle Escondido, Huerto Agroecológico de Lunahuaná.

Promoviendo el consumo de productos agroecológicos

En Lima, el consumo de productos agroecológicos aún está limitado a las familias con capacidad económica para cubrir su costo. La iniciativa “Mercado Solidario Agroecológico” promovida por IDMA, en el marco del proyecto FORMAGRO, busca promover el consumo de alimentos obtenidos mediante prácticas que cuidan el medio ambiente y la salud de las personas, a precios accesibles, entre las familias de sectores de la población particularmente afectados por la pandemia.

Su primera edición, realizada el 12 setiembre, en alianza con el Programa Agro Rural del Ministerio de Agricultura y Riego, llevó alimentos saludables de las ferias agroecológicas de Lunahuaná, Santa Eulalia, Lurín y Villa María del Triunfo al AA.HH. Lomo de Corvina, contando con el apoyo de la Municipalidad distrital de Villa El Salvador.

Vista del Mercado Solidario Agroecológico en Villa El Salvador, realizada el 12 de setiembre pasado.

Referencias

Bárcena, A., Samaniego, J., Peres, W., & Alatorre, J. (2020). La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe: ¿seguimos esperando la catástrofe o pasamos a la acción? (Vols. Libros de la CEPAL, N° 160). Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Panel Internacional de Expertos sobre Sistemas de Alimentación Sostenible (IPES-Food). (abril de 2020). El COVID-19 y la crisis en los sistemas alimentarios: síntomas, causas y posibles soluciones. IPES-Food. Recuperado el 26 de julio de 2020, de http://www.ipes-food.org/_img/upload/files/COVID-19_CommuniqueES%281%29.pdf

United Nations Environment Programme , & International Livestock Research Institute. (2020). Preventing the Next Pandemic: Zoonotic disease and how to break the chain of transmission. Nairobi, Kenya: UNEP. Recuperado el 25 de julio de 2020, de https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/32316/ZP.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Willett, W., Rockstrom, J., Loken, B., Springmann, M., Lang, T., Vermeulen, S., . . . Murray, C. (16 de enero de 2019). Food in the Anthropocene: the EAT–Lancet Commission on healthy diets from sustainable food systems. Lancet(393), 447-492. doi:http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31788-4


[1] La comisión está integrada por 37 expertos en salud, nutrición y sostenibilidad ambiental de 16 países.

[2]El reporte enumera los siguientes factores:  1) el incremento de la demanda de proteínas animales; 2) la intensificación insostenible de la agricultura; 3) el aumento del uso y la explotación de las especies silvestres; 4) la utilización insostenible de los recursos naturales, acelerada por la urbanización, el cambio del uso del suelo y la industria extractiva; 5) el aumento de los desplazamientos y el transporte; 6) alteraciones en el suministro de alimentos, y 7) el cambio climático.

[3] Pará más información, ver la nota La agroecología frente a los retos actuales, en el boletín Formagro #8 “El futuro de la agricultura familiar”

[4] En algunos casos, las autoridades locales o comunales limitaron el acceso de los vehículos de transporte a sus circunscripciones. En otros, el incremento en los costos del transporte terrestre desincentivó el comercio local.